El cloro o clorador salino es el proceso de desinfección de la piscina mediante la electrólisis. Además es una alternativa para sustituir por el cloro u oxígeno activo, que nos permite tratar el agua de la piscina y desinfectarla. Este tipo de cloración tiene numerosas ventajas frente al tradicional. Te contamos todos los detalles sobre el funcionamiento de la cloración salina.

 

 ¿Cómo funciona la cloración salina?

  • Para llevar a cabo el tratamiento de una piscina utilizando cloración salina, es necesario seguir el procedimiento que se detalla a continuación: Como primer paso el agua debe encontrarse a más de 15ºC.
  • En segundo lugar hay que diluir una pequeña cantidad de sal (entre 5kg – 3kg por metro cúbico) en el agua de la piscina, cuando se instale el clorador salino. 
  • Después hay que circular el agua (con la sal) por la célula que contiene electrodos. Esto nos permite que dentro del clorador se realice la electrólisis.
  • Al circular la sal por la célula, se transforma en un desinfectante activo, que destruye algas, bacterias y hongos. El desinfectante se vuelve a convertir en sal, siendo capaz de erradicar las algas, bacterias y microorganismos.
  • El agua limpia se devuelve a la piscina directamente. 
  • Estando ya en la piscina, el cloro se irá combinando con el socio formando la sal. 

Este proceso puede realizarse en cualquier momento, por lo que no es necesario evitar el uso de la piscina, mientras está actuando.

 Mantenimiento del sistema de cloración salina

Este tipo de cloración es una de las más sencillas de mantener. Pues no necesita cuidados constantes ni estar añadiendo productos.

Además para un mejor mantenimiento, podemos ayudarnos de los numerosos aparatos complementarios, que muchos cloradores ya incluyen, como son:

    • Alarma de sal: aviso en el caso de que el nivel de sal sea insuficiente.
    • Falta de agua: cuando el aparato no puede funcionar correctamente o no tiene agua, lanza una alerta.
    • Reguladores de pH: comprobación del nivel e inyección del reductor de pH en caso necesario.
    • Células autolimpiables: la célula realiza automáticamente una limpieza para un funcionamiento óptimo.
    • Programadores: control y automatización de las horas de funcionamiento.
    • Super cloración: opción para aumentar la generación de cloro en los momentos críticos que es necesario tener el agua a punto en poco tiempo. A continuación comentamos las ventajas frente a los inconvenientes del uso de este sistema de cloración.

 Ventajas del clorador salino

  • No es agresivo para las personas: Debido al cloro natural que se produce, no es agresivo para la piel ni los ojos (es apto para pieles atópicas).
  • Ahorro en productos químicos, ya que solo se utiliza la sal para tratar el agua. Solo se añade una vez y después se reutiliza.
  • La limpieza es mucho más natural, la cloración salina aprovecha el cloro natural que está presente en la sal.
  • Apta en cualquier piscina, siendo únicamente necesario instalar el clorador en el circuito de filtración.
  • Comodidad, ya que este sistema permite automatizar el tratamiento de agua.

 Desventajas del clorador salino

  • El gasto inicial es mucho más elevado.
  • Las células electrolíticas requieren de una limpieza y mantenimiento periódico.
  • Es necesario controlar el pH, además de que este tipo de piscinas tiende a subir dicho valor.
  • Debido a la degradación del cloro, necesita más horas de depuración.

Por lo tanto y como conclusión final, la cloración salina es un método eficiente y conveniente para tratar y desinfectar el agua de las piscinas. A diferencia del cloro tradicional u otros productos químicos, la cloración salina utiliza la electrólisis para transformar la sal en un desinfectante activo que elimina bacterias, hongos y algas, resultando una alternativa efectiva y segura para mantener piscinas limpias y desinfectadas.